Comprar vivienda para alquilar o vender: las claves de la rentabilidad de cada tipo de inversión

La vivienda siempre ha sido la elección de muchos inversores particulares en España. Aunque durante la primera parte de 2020 esta tendencia se paralizó a raíz de la crisis sanitaria, todo apunta a que el atractivo de obtener rentabilidad a través de los inmuebles residenciales recupere este 2021 la senda prepandemia.

Comprar para alquilar: ingresos mensuales regulares

Adquirir un inmueble para ponerlo en alquiler es una de las inversiones más comunes. Las razones que justifican que comprar para alquilar sea una buena idea son las siguientes:

-La situación económica actual y la imposibilidad de acceder a una vivienda en propiedad han hecho que la opción del alquiler gane mayor protagonismo.

-Ingresos mensuales regulares. Si se encuentra un inquilino que abone las rentas rigurosamente se dispondrá de una cantidad monetaria mensual asegurada. El inconveniente es que el capital invertido en la compra tardará años en recuperarse.

-Alquilar una vivienda es, generalmente, más rápido que vender. En zonas demandadas, y si el inmueble está en buenas condiciones, es posible alquilar en días o, incluso, horas.

-Fiscalidad favorable. Alquilando una vivienda se tiene derecho a una deducción del 60% sobre el total de las rentas.

Entre las ventajas de esta alternativa están las siguientes:

-No hace falta realizar grandes rehabilitaciones para obtener beneficios. Arreglar pequeños desperfectos o pintar la casa servirá para incrementar el valor del inmueble. No obstante, hay algunas acciones que sí podrían ayudar a revalorizar el inmueble en mayor medida y obtener mayor rentabilidad: adaptar la distribución de la vivienda a las necesidades actuales, actualizar cocina y baños, mejorar su eficiencia energética…

-Más capacidad para negociar el precio de compra. Adquirir un inmueble muy antiguo o en mal estado dará mayor poder de negociación a la hora de adquirirlo.

-Rapidez y mayor volumen de demanda cuando se quiera vender. Pese a que el mercado de segunda mano es más amplio, la oferta de viviendas usadas reformadas y en perfectas condiciones para entrar a vivir escasea en las grandes ciudades. Por ello, será mucho más fácil encontrar un comprador.

-Posibilidades de incrementar el precio de venta por su ubicación céntrica. Dado que la demanda de este inmueble reformado será mayor, especialmente si este se ubica en zonas céntricas, habrá mayores posibilidades de añadir un valor adicional a su precio final.

-Los beneficios se perciben a corto plazo. A diferencia de optar por comprar para alquilar, vender el inmueble reformado permitirá recuperar lo invertido a corto o medio plazo.

Fuente: El Economista

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